martes, 10 de enero de 2017

Al salir a dejar las bolsas de basura del día detrás de la rendija en la plaza de los sueños, me doy cuenta que el contenedor verde ya no se encuentra ahí. Leo en la rendija al menos cuatro direcciones distintas sobre el actual paradero del contenedor. Ninguna me lleva a puerto. Recorro más de una cuadra con las bolsas de basura, hasta que se avista en la Avenida un pequeño basurero. Deposito allí los bultos. De vuelta, el espacio baldío donde se hallaba el contenedor sigue ahí, ahora repleto de cajas y de desperdicio. Al parecer, bajo la plaza de los sueños ya no existe el espacio que delimita la antigua basura de sus habitantes. Denótese y destáquese la metáfora.

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