martes, 21 de febrero de 2017

Con un amigo nos acordamos de un video de Vicentico donde salía de negro con un bastón, seguido por niños haciendo una coreografía y apuntando con unas pistolas. Pequeños murgueros, pequeños Oliver Twist sudacas del otro lado de la cordillera. Era Se despierta la ciudad, de su primer álbum solista. Por allá por el año 2003 el tema sonaba fuerte. El amigo decía que en el video Vicentico tenía un leve parecido con King Diamond, una impronta rockera con un tono festivo. Incluso el solo de la canción pasaba piola por un solo de heavy metal. Se trataba de una analogía musical un tanto fanática, producto de la nostalgia, en una época en la que Vicentico recién comenzaba su carrera en solitario como Ex Cadillac, y en la que el rock iba volviéndose poco a poco una trinchera, una trinchera de chicos jugando a creerse malos, desafiando su miserable realidad: "el niño se acerca mostrando su dedo, la gente se asusta y se pone a gritar".

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