martes, 11 de julio de 2017

El Vaticano se reinventa a sí mismo. Ahora en un fallo respecto a las propiedades del pan, el Papa Francisco ha decidido estar en contra de las hostias sin gluten pero a favor de aquellos organismos genéticamente modificados. Según esa declaración, para el Papa entonces la tan llamada transubstanciación tendría además un correlato genético. Quién lo creería: La Iglesia aceptando una explicación científica para justificar uno de sus dogmas. Pero basta con que los creyentes recuerden, al momento de comulgar, quién fue uno de los principales pioneros de la genética, para que todo adquiera un tenor digno de novela distópica. Se trata nada menos que de Gregor Mendel, un sacerdote austriaco. De ese modo, al querer comer el cuerpo de cristo en hostias transgénicas, los fieles no solo lo estarían haciendo en nombre de su antiguo dios, sino que también, implícitamente, en nombre de la ciencia moderna.

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